Contexto…

Después de 364 días mirando hacia adelante, hacia el futuro, llega el día en el que me siento, me pido una botella de tinto y escribo mi carta de Londres mirando hacia atrás. Qué bonito el futuro! Tan bonito como el pasado. La vida es efímera.

Vendí mi coche por 6,000€, decidí irme a Londres y puse en un excel una gráfica que me indicaba, según mis costes mensuales, cuando me quedaría a cero y debería volver a casa. Abril decía, pero ahora me doy cuenta de que sería incluso antes. Dedicaba 7h al día a prepararme para encontrar trabajo: Enviando CVs, recibiendo llamadas, aprendiendo Inglés, etc. Esto me suena a plan, les dije. Y así empezó la aventura.

5 años después

Y acabando de leer la cuarta carta en la que ya hablo de mi nueva empresa, sigo trabajando codo a codo con General Electric, top 10 empresa mundial, en la que junto con mi equipo manejamos toda su publicidad online, (en Google, en Twitter, Linkedin, Facebook, etc). Adoro esta marca y la gente que toma decisiones en ella. Me ven como a un socio y confían en mi. Y por supuesto, con toda la ayuda de MEC (agencia que pertenece a WPP, otra top), que me valora y me motiva cada día.

Tanto es así que he decidido escribir un libro sobre como las pequeñas empresas pueden poseer y controlar su presencia online. Espero que en la próxima carta ya esté publicado! No hay nada como hacer público un reto para que la presión se triplique, y a la vez te empuje a hacerlo.

Más allá de Londres y de Mallorca

En todas mis cartas mencionaba mucho Londres, obviamente, y Mallorca, obviamente. Pero en esta, después de 5 años, ya he aprendido que:

• Mallorca es irremplazable y que mi futuro está allí.
• Que Londres es mi segunda casa y que deseo que sea mi “casa de campo”, un sitio al que voy frecuentemente sin más. Y ya llevo 5 años en mi casa de campo…

Y este año ha sido increíble descubriendo más. No se si mejor, pero más. Vivir en el epicentro del mapa te permite conectar fácilmente con el resto del mundo:

• Habana y Varadero (Cuba): Una cultura espectacularmente distinta, unas playas de postal en Varadero y todo el pueblo tocando y bailando durante el día en cualquier restaurante del centro.
• Tulum y Mahaual (México): Impresionante historia de los mayas visitando Chichén Itzá (una maravilla menos por ver), e increíbles playas en Mahaual. Todo de la mano de mi hermano estellenquín Juanjo, de quien es admirable su capacidad de supervivencia y adaptación a lugares y situaciones, trabajos y amores.
• Nueva York (USA): Quizá la ciudad con más expectativas y la gran decepción. La pobre viene de ser comparada con Londres, que es complicado. Su parque Central Park rodeado de rascacielos con un par de árboles queda lejos de nuestro Richmond Park con ciervos, del bosque de Hamstead o la preciosidad de St James Park al lado de Buckingham Palace.

Su congestión de tráfico en el centro de Manhattan, con sus grandes coches parados, contaminando y pitando se suman a las otras entradas sensoriales de mi cuerpo: La mayoría de las calles oliendo a la basura de los restaurantes que dejan las bolsas en la acera delante de sus puerta y chorros de aire acondicionado caliente saliendo de las tiendas refrigeradas, directo a mi cara.

• Berlín, París, Formentera y Amsterdam: Lugares europeos bonitos, con historia y con sus historias.
• Y queda por venir este año Tailandia y Barcelona. Qué grande es el mundo, cuantas cosas pasan y que poco influimos en ellas.

Porqué no es en donde, sino cuando y con quién. Con quien viajas, con quien compartes los fines de semana o las noches de un martes… y esa compañera se llama Ester.

Vino a Londres a estar conmigo y también fue agradada por la ciudad inglesa. No puedo revelar su éxito profesional aquí, pero podría decir que ella puede escribir las cartas de Londres de 3 en 3.

Ella es guapísima, como Londres, pero uno se acostumbrará a la belleza, ya lo dije. Y al final lo que tienes que elegir es con quien pasas tu tiempo (recordaréis..), y ella es una persona genial con la que pasarlo.

Mi Londres se encarnó en un cuerpo de mujer, un cuerpo Mallorquín. Qué cosas!

Brindo por los lugares del mundo que he visitado este año, y por las personas de mi alrededor.

Lo más importante es tener un hilo atado a tu origen que te permita viajar tranquilo por si te pierdes.